HOTEL MADRID
El Hotel Madrid, situado en C/Hurtada, nº 55 de Hoyo de Manzanares, se construyó en el primer cuarto del siglo XX como vivienda de Doña Petra y su familia. Años después la vendió, junto con el Sanatorio antituberculoso de Miralpardo, a D. José Luis Luna Irueta y a su socio. El chalé se convirtió en una residencia aneja o pabellón de reposo, dentro de los servicios que ofrecía el sanatorio para cura post-sanatorial de los pacientes ingresados. El hospital tenía una serie de convenios con compañías como la de gas o electricidad de Madrid que hicieron uso de la residencia, al igual que un grupo de italianos excombatientes que estuvieron curándose allí.
Cuando cerraron los sanatorios, hacia 1955, Agustín Cobaleda, que había sido encargado en el Nuevo Sanatorio, y su mujer, la maestra de la escuela de niñas de Hoyo, Concepción Bermejo, convirtieron el chalé en su vivienda e intentaron poner en funcionamiento un hotel de viajeros, al que llamaron “Hotel Madrid”. El proyecto no funcionó. Sería allí donde finalmente moriría la maestra hacia 1962. Una vez viudo Agustín se fue a vivir a Madrid.
Antonio López García, “Solevín”, y su mujer Sara vinieron de Madrid a vivir a Hoyo, alquilando al hijo de Luna el chalé en 1964, como residencia propia y como “Hotel Madrid”, situado en la Carretera de Colmenar, según rezaba la publicidad que ese mismo año apareció en el Programa de Fiestas Patronales. Solevín compaginaba la actividad de hostelero con la venta ambulante de bebidas: vino, refrescos o gaseosa, para lo cual alquiló durante dos años un “almacén de vinos” en la calle Eras, negocio que trasladaría en 1967 a las instalaciones del hotel.
Construido en piedra con zonas de ladrillo enfoscado en color blanco u ocre, el Hotel Madrid podría tener entre ocho o diez habitaciones distribuidas en una sola planta más el sótano, donde se encontraba la caldera. En los flancos derecho e izquierdo sobresalían de la construcción sendas habitaciones con cristaleras, más espaciosas y mejor iluminadas y por lo tanto de precio más elevado. La terraza recorría toda la fachada. A ésta se accedía por una pequeña escalinata central que conducía a la puerta de entrada realizada en marquetería de madera con casetones acristalados. La cocina tenía entrada independiente desde otra escalera en el lateral del chalet. Dos cuartos de baño y salón completaban las estancias del hotel. La parcela en la que se asentaba llegaba desde la valla del actual colegio público Virgen de la Encina hasta la del chalé “Toki Alai”. Desde la calle se podía acceder a la finca por una puerta peatonal o bien por la de carruajes. En el patio árboles y arizónicas constituían las únicas plantaciones.
Funcionó hasta 1970, pero la familia Solevín continuó viviendo allí y Antonio manteniendo el negocio de venta de bebidas. Años después se trasladaron de domicilio y el hotel quedó abandonado, aunque Solevín siguió como arrendatario. En el verano de 1980 hubo un incendio que se propagó rápidamente, facilitado por la acumulación de materiales y la sequedad de las arizónicas del terreno. El chalé quedó en ruinas. Tras ello el hijo del Sr. Luna quiso recuperar su propiedad pero fue necesario llevar a juicio al todavía inquilino, Antonio López, para que desalojara.
Desde 1991 un taller mecánico se levanta en la parcela donde un día estuvo el Hotel Madrid de Hoyo de Manzanares.
Pilar García Martín
Mi agradecimiento a Antolín Yago y Nicolasa Contreras
Documentación e imágenes
- Libros de Actas de sesiones del Ayuntamiento 1957 a 1964.- Archivo Municipal de Hoyo de Manzanares.
- Libros de Fiestas Patronales de Hoyo de Manzanares, 1960 a 1971. Archivo Municipal de Hoyo de Manzanares.
- Expte. de construcción de taller mecánico en Hurtada, 46 (después Hurtada, 55). 1990. Archivo Municipal de Hoyo de Manzanares.
- Dibujo recreación del Hotel Madrid realizado por Noelia López García.
- Publicidad del Hotel Madrid en Programa de Fiestas de 1964.