La superficie total de actuación de ese año fue de 157,50 m², se desarrolló en tres de los lados del área excavada en la anterior campaña para finalizar la excavación de la estructura completa y de los espacios del entorno próximo para así poder conocer y entender las características, funciones y usos de las habitaciones y del edificio en su conjunto, facilitando la realización del proyecto de puesta en valor y su posterior ejecución.

Nuevos materiales se suman al conocimiento del grupo que habitó este edificio y a sus actividades. Se ha encontrado una llave articulada, que muestra su implantación en ambientes rurales, un lingote de hierro de más de 2kg de peso como ejemplo de probable trabajo artesano de herramientas o acopio familiar de materias primas, una carda y volantes de huso que implican la cría de ganado o el cultivo de especies vegetales textiles, además de la confección de paños y prendas. La molienda, esta vez a través de morteros y molinos de mano nos remite a actividades vinculadas con la alimentación, de personas y animales, entre otros posibles usos. A destacar también la cantidad notable de sílex, como elemento ya claramente habitual en estos contextos. Finalmente una referencia al número de fragmentos de vidrio documentados que denota una actividad comercial con piezas que, de momento, sabemos que proceden de núcleos urbanos donde están ubicados los talleres.

Tras el estudio por especialistas del chatón de La Cabilda encontrado en la campaña anterior, se descarta que se trate de un sello, corresponde a un anillo de leyenda cristiana de invocación y protección.

Hay elementos en la cerámica que hacen pensar en un momento algo avanzado de la etapa tardo antigua, o quizá inicial de fases islámicas o preislámicas, no obstante, los elementos claramente definitorios de momentos andalusíes como la cerámica pintada, las lucernas, algunas formas muy concretas, no aparecen aquí.